"Qué pasa si te dijera que cada pecado con el cual usted está luchando, cada desaliento, incluso si estás viviendo con falta de propósitos, es debido a la idolatría?", escribe Idleman. "La idolatría parece tan primitiva. Por lo tanto irrelevante... y sin embargo la idolatría es el tema número uno en la Biblia, por lo que debemos estar prevenidos".
Apuntando a la idolatría como "un gran pecado procedentes de todos los demás", Idleman abre los ojos de los lectores con una definición moderna de un ídolo: "algo que ocupa el lugar de Dios, algo que se convierte en un fin en sí mismo en vez de acercarnos al trono de Dios."
"Todo se resume a lo que está sucediendo en tu corazón", explica. "Y por eso que Jesús puso tanto énfasis allí...El corazón es el campo de batalla de los dioses porque todo fluye de él."
Los ídolos se han vuelto más difíciles de detectar en estos tiempos modernos, más que la estatua de oro o animales tallados del Antiguo Testamento - se han transformado en todas las áreas de nuestras vidas, algunos ídolos como el éxito, para las familias es muy difícil considerarlo como pecado. Idleman identifica y aborda a los más comunes dioses modernos que están en guerra por nuestros corazones: comida, sexo, entretenimiento, éxito, dinero, logro, romance, incluso a nosotros mismos.
"Si comienzas a buscar en cualquier lucha que usted está tratando, eventualmente usted encontrará que por debajo hay un dios falso," dice Idleman. "Hasta que Dios este destronado de su vida y no tome su legítimo lugar en su corazón, usted no tendrá victoria... La idolatría no es un problema; es el problema".
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