Texto: Éxodo 34:10 y Lucas 8:5-8
Es
bueno sentirse amado y respetado. Dios también usa a las personas que nos
rodean para traernos bendición. Sin embargo, nuestra confianza no debe estar
puesta en la gente (puesto que todos podemos fallar) sino en el único que es
infalible: Jesús.
En
Éxodo 34:10 Dios suelta una palabra poderosa. La misma está dirigida a quienes
conformamos su pueblo. Allí se agrupan tanto los maduros espiritualmente, como
así también quienes todavía están luchando con la ansiedad y los altibajos
emocionales.
En
los tiempos de Moisés, el pueblo se caracterizaba por ser un tanto rebelde. No
estaban acostumbrados a vivir en libertad y tomar buenas decisiones, puesto que
en Egipto solo tenían la opción de obedecer como esclavos. Fue por eso que no
llegaron a valorar plenamente la victoriosa salida del imperio para avanzar
hacia lo que Dios tenía preparado.
Sin
embargo, vemos a cada paso la paciencia y misericordia de Dios al guiarlos en
su peregrinaje.
Muchas
veces vemos también en nuestra propia vida, reacciones de incredulidad e
impaciencia, tal como se reflejaba en Éxodo. Hoy en día, nuestro corazón puede
ser tentado a pensar que Dios no nos tiene en cuenta, o que no llega a ser del
todo justo con nuestra situación. Sin embargo, lo que el Señor nos está
recordando es que a pesar de lo que vean nuestros ojos, tenemos que depositar
nuestra fe en Él y prepararnos para las maravillas que está por hacer!

Dios está
preparando milagros de sanidad, restauración familiar y liberación económica
¡Es
tiempo de clamar por milagros de sanidad
y maravillas! El Señor desea usar a su iglesia para soltar milagros creativos y
traer sanidad física y emocional. Debemos prepararnos para ser canales de
bendición a todo aquél que necesite de Jesús.
Y
claro que también el Señor desea entrar a tu
casa y traer restauración y paz. No hay nada como volver al hogar, luego de
una jornada agotadora y encontrarse con amor y comprensión. Deja que Dios te
guíe y permite que haga su obra en tu familia.
Lo
tercero que Dios está por soltar es una tremenda oportunidad de ser libres
económicamente. No es tiempo de conformarse sino de creer y actuar de acuerdo a
como Dios nos enseña en las Escrituras. Ya no hay nada que sea imposible de
resolver. Por tu confianza en el Señor y verás que toda escasez comienza a
evaporarse para darle lugar a la abundancia! ¡Ya no te llamarán más desamparado
sino que vendrán a buscar tu favor! (Isaías 62:12)
¡Nuestro Dios
está vivo! Y quiere ayudarnos a crecer
No
estamos esperando la respuesta de una estatua inmóvil sino que estamos
enamorados de nuestro Dios poderoso y eterno. Y así como hay tremendas promesas
que están por cumplirse, también hay lecciones
que aprender. Para ello, es necesario disponer el corazón para entender y
aplicar los preceptos de nuestro Creador (tal como podemos ver en Éxodo 34:11 donde
se remite a no permitir la idolatría, por ejemplo).
El
Señor desea que seamos libres de toda atadura para poder disfrutar de sus
planes eternos. Es por